Cuando me iba de viaje, siempre tenía vergüenza de decir que soy de los Estados Unidos porque sentía que la gente me iba a juzgar por eso. Bueno eso era antes de llegar a Barcelona. Aquí me he dado cuenta que todos tienen una percepción totalmente distinta de lo que yo pensé. Digo que soy de San Francisco y me dicen ¨qué guay¨ ¨quiero ir a San Francisco ¨y que haces aquí con lo guay que tiene que ser San Francisco.¨ No sabía que para la gente de aquí San Francisco es una ciudad chula, exótica, sostenible y gastronómica.
Pues la verdad es que San Francisco es bastante guay. Es la cuña de innovación y de la sostenibilidad; es la tierra de Google, Apple, Yahoo, Facebook, Twitter y las empresas más importantes del alta-tecnología.
También es el mundo de los ¨foodies¨ y ¨los hipsters¨ que están dispuestos a esperar 30 minutos en una cola para consumir un café de comercio justo, ecológico y cultivado en la sombra. No te extrañará ver una cola que ocupa todo la calle (no importa la época del año) para comprar el famoso helado artesanal que está hecho con leche ecológica y con sabores exóticos como lavanda, earl gray y caramelo con sal.
La gente me pregunta qué hacer en San Francisco y seguramente en una lista de una página, tres cuartos de la página será de qué comer o actividades relacionadas con la comida.
Si le preguntas a cualquier persona de San Francisco qué hacer un sábado, muchos te dirán que vayas al mercado agrícola que tiene lugar cada martes, jueves y sábado en el Ferry Building. Este mercado ha recibido una barbaridad de gente desde sus inicios en 1992 –entre 15,000-25,000 personas semanales—que van a picar productos artesanales y hacer la compra de productos 100% ecológicos. ¿Cuál es la atracción? Pues es una verdadera espectáculo; es el encanto de los colores, de los sabores; de las masas de los foodies y hípsters, gente con una renta disponible tan elevada que no les importa pagar 3 veces más de cualquier otro mercado para comprar un producto ecológico.
La ciudad se preocupa mucho por lo que es la sostenibilidad, en adición de valorar mucho el producto de proximidad no sólo en los mercados agrícolas sino también en los restaurantes, los San Franciscanos también dan mucha importancia al medio ambiente.
Sostenible y gastronómica
En los últimos años el ayuntamiento ha hecho muchas iniciativas relacionadas con el medio ambiente. Una de ellas era que hicieron que fuera obligatorio reciclar los materiales orgánicos e incluso han impuesto una multa para la gente que no lo hace. En todos los supermercados y tiendas, cobran para las bolsas de plástico, pero lo llevan un paso más allá, muchas tiendas pequeñas y de artesanos locales también cobran los envases de plástico, o por los botes de vidrio le suman unos sentimos para el envase que luego te los devuelven cuando entregues el envase. De hecho casi nunca verás a alguien bebiendo de un envase de plástico en la calle, la mayoría andan a todos lados con su botella de agua de plástico o vidrio reutilizable como si fuera su bebé
Aunque es una ciudad reconocida por sus famosas cuestas, lo que mucha gente de fuera no sabe es que casi todo el mundo anda en bici, pero obviamente hay una trampa. El ayuntamiento de San Francisco ha desarrollado una ruta para fomentar el uso de la bici y el transporte público que se llama ¨the wiggle route¨ y cruza casi toda la ciudad, dejándote evitar las cuestas.
Al fin y al cabo, en San Francisco lo no sostenible es lo raro. Eres raro si no compras productos ecológicos, si no reciclas, si no compras en los mercados agrícolas o participas en una cesta ecológica, si vas sin tu propio envase o bolsa de tela para hacer la compra, si no has hecho alguna sanación del cuerpo mediante zumos naturales. En la tierra donde abundan los huertos urbanos y comunitarios, donde la apicultura e ir a buscar setas un fin de semana están de moda, la sostenibilidad no es una cuestión, es un hecho de la vida. Es por estas cosas que ya no tengo vergüenza de decir que soy de San Francisco, porque realmente es una ciudad genial.
By: Jessica Freedman, Masters student in Touristic Innovation with specialty in Culinary and Gastronomic Heritage