¿Es Barcelona una ciudad “green, eco y sostenible?Cuando yo Jessica, norteamericana y catalana de adopción, pienso en Barcelona, lo que me viene a la mente de inmediato no es el turismo eco y sostenible . Yo personalmente como alguien de fuera, cuando pienso en Barcelona tengo la imagen de lo que es un turismo extranjero de masas, el típico turista que llega en crucero a pasar unos cuatro horas en la ciudad, hacer un recorrido por las Ramblas donde comen ¨comida típica¨ que consiste en una paella congelada junto con una sangría de Don Simón, visitan la catedral y si corren suficientemente les da tiempo de ver la Sagrada Familia y de paso algún otro monumento de Gaudí.

La verdad es que a mí me da pena este tipo de turista extranjero, porque en ninguna ocasión entrarán en contacto con lo que es la cultura local, e incluso la mayoría de ellos nunca probarán la comida catalana y la mayoría ni siquiera sabrán que el flamenco no es algo típico de Cataluña y que el idioma que habla la gente que les suena tan diferente no es por el ceceo, sino es un idioma totalmente diferente al castellano. Viviendo aquí ya un año puedo decir, por suerte, que esta visión es sólo una pequeña parte de lo que es la realidad en Barcelona, o quizás es porque he venido aquí en otro contexto, como residente temporal en vez de como otro turista de paso.

De todas formas, a primera vista puedo decir que no es que Barcelona sea una ciudad especialmente eco y sostenible en términos de cantidad de árboles y espacios verdes. Sin embargo si buscamos más al fondo, podríamos decir que Barcelona es una ciudad bastante ¨green¨ a nivel de su ubicación geográfica, sus valores y la cultura.

Primero hablemos un poco de geografía, Barcelona está rodeada por mar y montaña, por lo tanto a poco distancia de la ciudad tenemos un montón de ofertas turísticas vinculadas a la naturaleza como el Parque Natural de Collserola, viñedos y los pirineos que están a unas 3 horas de la ciudad para hacer excursiones de montaña. También creo que el Parque Agrario del Prat de Llobregat es un recurso turístico bastante interesante que aún no ha sido explotado turísticamente, pero sin duda y sobre todo al nivel del turismo gastronómico y alternativo es algo muy potente. El Consorci de Turisme del Baix de Llobregat organiza un montón de actividades gastronómicas como rutas de tapas, degustaciones, la feria de la alcachofa, entre otras, que podría interesarle mucho a un turista buscando turismo de calidad.

Entrando a lo que es el paisaje urbano, Barcelona cada vez ofrece más actividades que se puede considerar sostenibles–la creación y participación en hacer huertos urbanos o comunitarios (ahora me enteré que incluso se puede alquilar un espacio para hacer tu propio huerto en Vilassar de Mar, a 40 minutos de Barcelona),una ruta de slow shopping en Gracia, una selección cada vez mayor de tiendas ecológicas, clases de cocina local, mercados de productos artesanales comprados directo al productor que están esparcidos por toda la ciudad, yoga en el parque, rutas en bici por las montañas cercanas e incluso Bicing que es una manera muy efectivo de viajar por la ciudad con respecto al medio ambiente. Yo creo que sí que existen muchas ofertas las que yo considero que le hace Barcelona una ciudad eco y sostenible.¨

Es pero en la gastronomía barcelonesa dónde más podemos destacar lo eco y sostenible así como lo ¨verde¨ de la ciudad.

Por ejemplo, en toda Cataluña hay 46 restaurantes Slow Food-KM0 y unos 10-15 de ellos están ubicados dentro de Barcelona mismo.
Estos restaurantes trabajan con productos y productores locales (de menos de 100km de la ciudad), la mayoría ecológicos y además trabajan con productos en riesgo de extinción para promover la biodiversidad agrícola.

Para mí, eso es lo que le diferencia la cocina catalana de otras cocinas, y forma parte de lo que se dispone Cataluña para ofrecer al nivel de turismo sostenible, poniendo un énfasis en la cultura y la gente local, ofreciendo una gastronomía y actividades relacionadas que ponen en relieve el producto autóctono, de temporada.

Además las varias fiestas de vino y la calçotada que festeja un producto fresco de calidad, autóctono que es el calçot y podrían llegar a formar parte de lo que es esa otra oferta turística, bastante lejos de lo que es el turismo de las masas.

La mayoría de estas actividades no han sido explotadas por el turismo aún, pero que pudieran estar al alcance del turista, para formar un vínculo entre los lugareños y los viajeros que quieran descubrir el estilo de vida único de Barcelona a través de las experiencias humanas.

Diría que la experiencia es la tendencia del futuro con respecto al viaje, y cada vez el turista busca una mayor integración con lo que es lo auténtico del lugar que visite. Creo que Barcelona podría posicionarse bien en ese mercado de turismo alternativo basado en valores de sostenibilidad y el movimiento verde; sólo es una cuestión de cambiar el chip y la estrategia de promoción de la ciudad para atraer este tipo de turismo, porque para mí Barcelona ya tiene algunos elementos claves que le hace una ciudad verde.

Es por ello, que desde Espai Boisà apostamos por una Barcelona “Green”, haciendo de nuestros cursos de cocina y actividades gastronómicas con la filosofía KM0, Slow Food, apostando y dando a conocer una alimentación de proximidad y ecológica! No Te pierdas de nuestros próximos cursos !

By: Jessica Freedman, Masters student in Touristic Innovation with specialty in Culinary and Gastronomic Heritage